Calp está a la espera de que la Conselleria autorice los espacios municipales cedidos por el Ayuntamiento para que se habiliten como aulas con las que descongestionar la masificación del IES Ifach y el CEIP Oltà, principalmente, pensando ya en el próximo curso. Esta es la última de las acciones emprendidas desde el ejecutivo local para afrontar la emergencia educativa que sufre el municipio y mientras se sigue reivindicando el desbloqueo de los proyectos del Pla Edificant aprobados pero pendientes de ejecutar, como son el 2ºIES y el CEE Gargasindi.
La instalación de aulas prefabricadas, en el solar que también ha cedido el Ayuntamiento por un plazo de cinco años, no será una realidad al menos hasta febrero. Y es imposible empezar el nuevo curso con los actuales recursos educativos con los que cuenta el municipio.
Así lo ha explicado la concejala de Educación, Mariola Mulet, esta mañana, en un encuentro con los medios de comunicación y tras la visita realizada ayer por la inspección educativa tanto a la Casa de Cultura como a la Casa Nova. Dos edificaciones de titularidad municipal que podrían acoger al alumnado del instituto en el arranque del curso 2024-2025 y si fuera necesario a los escolares del Oltà.
Mulet ha señalado que ahora se tiene que redactar un informe sobre la seguridad e idoneidad de estos dos espacios como instalaciones educativas. Unas edificaciones donde se redistribuirían a unos 120 estudiantes, principalmente de secundaria.
Pero las necesidades que sufren la comunidad educativa no se cubren con estos apaños. Mulet remarca que el problema de espacio está presente en todos los centros educativos. Calp necesita un 5º colegio.
La alcaldesa, Ana Sala, por su parte, insiste que desde el Ayuntamiento está haciendo todo lo que posible para dar respuesta a esta grave situación, remarcando que es una competencia del gobierno autonómico. La munícipe ha recordado que han elevado el informe del Secretario Municipal al Consell Jurídic Consultiu esperando que se pronuncie sobre la posibilidad de hacerse cargo del sobrecoste que han experimentado los proyectos del segundo instituto y del Gargasindi.