Se han cumplido los plazos. Desde el Ayuntamiento de Calp ya lo habían avisado. El 1 de diciembre era la fecha tope para que la concesionaria de la piscina municipal, Ilitia Mediterránea, hiciera entrega de las instalaciones una vez se ha hecho efectiva la rescisión del contrato de concesión. Se habían marcado 10 días naturales desde la recepción de la comunicación oficial del fin del contrato. El sábado por la mañana, la policía procedió a precintar estas instalaciones y cambiar las cerraduras, tras no ser entregadas de forma voluntaria por la empresa concesionaria. La actuación se desarrolló sin incidencias, según ha confirmado el concejal de Deportes, Ximo Perles.
Este es un contrato que el Ayuntamiento tuvo que cancelar tras detectar un largo listado de incumplimientos, que incluso ponían en riesgo la salud de las personas usuarias. Una medida, como ya se explicó en su día, que cuenta con el aval del Consell Jurídic Consultiu.
Desde el gobierno local han anunciado su intención de reabrir estas instalaciones deportivas en condiciones lo más pronto posible. Se está trabajando para ello.
Con la actuación del sábado, se ha iniciado una nueva etapa en la gestión de estas instalaciones que pasarán a ser asumidas por el propio Ayuntamiento. De momento personal municipal se encargará de mantener el agua en las condiciones higiénico sanitarias exigidas por la normativa, con el fin de reabrir la piscina una vez cuente con servicio de socorrismo. Esto podría ser en enero, según ha anticipado Perles.