La Semana Santa de Calp ha recibido la declaración de Fiesta de Interés Turístico Autonómico de la Comunitat Valenciana por parte de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo. Esta distinción reconoce la originalidad y tradición popular de estas celebraciones, así como su capacidad para atraer visitantes.
Uno de los elementos distintivos de la Semana Santa de Calp es la participación de personas de diversas nacionalidades y la combinación de costumbres entre la Semana Santa mediterránea y la más sobria castellana, otorgándole un carácter único y ecléctico que la distingue de otras celebraciones en España.
El interés turístico de la Semana Santa calpina es notable, con una media diaria de 31.100 visitantes en 2024. De estos, aproximadamente la mitad eran turistas que pernoctaron en Calp, y la otra mitad, visitantes. Del total, el 79,5% provino de España, destacando un 40% de la provincia de Alicante, un 27,9% de Madrid y un 11,5% de Valencia.
La antigüedad y tradición de las celebraciones también han sido factores clave para recibir esta distinción. En la memoria presentada por el Ayuntamiento se señala que en Calp se celebra una procesión dedicada a la Virgen de los Dolores desde tiempo inmemorial. En 1954, un grupo de vecinos creó la Cofradía de Jesús Nazareno, que llegó a procesionar por las calles de Calp con una imagen encargada al escultor javiense Juan Bautista Devesa.
En 2008, la comisión de fiestas patronales decidió comprar la imagen del Nazareno a la hija del escultor. Tras ser restaurada, volvió a procesionar por las calles de Calp el Jueves Santo de 2010. Desde entonces, la Semana Santa calpina ha recobrado un dinamismo extraordinario, contando actualmente con cinco cofradías y hermandades: la Cofradía de Jesús Nazareno, la Hermandad del Silencio, la Cofradía del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, la Hermandad del Cristo de los Gitanos “El Poderoso” y la Hermandad de Ntra. Sra. la Virgen de la Salud. Junto a ellas, los Festeros son responsables de la procesión de Domingo de Ramos y del Encuentro, y sus festeras se convierten en las “dolorosas” de la Virgen de Dolores.
En la Semana Santa calpina, las diferentes cofradías recorren las calles del casco antiguo a partir del Domingo de Ramos. La devoción y el esteticismo alcanzan su punto álgido el Viernes Santo con la procesión del Santo Entierro, que finaliza en la plaza de la Villa con el encuentro de todas las imágenes y cofradías. Las celebraciones concluyen el Domingo de Resurrección con el Encuentro entre Cristo Resucitado y la Virgen en la plaza San Salvador, uno de los actos más sentidos, donde los integrantes de la Comisión de Fiestas adquieren especial relevancia al acompañar a las imágenes vistiendo el traje tradicional calpino.
“La declaración de Fiesta de Interés Turístico Autonómico supone un reconocimiento a la singularidad de nuestra Semana Santa calpina, un distintivo que pone en valor la gran riqueza de nuestro patrimonio cultural y que, sin duda, nos motiva a seguir trabajando para hacer más grandes estas fiestas”, ha señalado la alcaldesa de Calp, Ana Sala.
