Ni movilizaciones vecinales, ni alegaciones formales, han conseguido revocar la decisión del gobierno de Benissa de subir los impuestos en el nuevo ejercicio. Los vecinos de este municipio verán incrementada la presión fiscal durante este 2024, tras aprobarse definitivamente en pleno la subida del IBI y del impuesto de vehículos. Sesión en la que el gobierno del PP desestimó, antes de cerrar el año, las casi 800 alegaciones que recabaron los grupos de la oposición y Benissa Actua contra la subida del 45% del IBI y del 53% del IVTM en 2024.
Un asunto que fue elevado al debate plenario por vía de urgencia y qué suscitó de nuevo las críticas de la oposición (Reiniciem Benissa, PSV-PSOE, Compromís y CIBE). Los portavoces de estas agrupaciones denunciaron que esta es la consecuencia de una mala gestión política que se viene arrastrando desde los últimos años. Tacharon la decisión de “estafa post electoral” y recriminaron al ejecutivo local que desoyera a la ciudadanía, no atendiera a las propuestas de la oposición y que protagonizara un paripé para terminar aprobando el incremento del IBI y del IVTM.
Escuchamos a Juan Carlos Mut, de Reiniciem, Marina Rener del PSOE, Mari Carme Ronda de Compromís y el concejal del CIBE, Isidor Mollà.
Desde el gobierno local, el concejal de Hacienda, Vicent Ferrer, señaló que las reclamaciones se han desestimaban desde un punto de vista técnico, al tiempo que mantenía el discurso expuesto desde un primer momento por el ejecutivo, entendiendo que este incremento impositivo es la única solución a la situación económica del Ayuntamiento, para posibilitar cuadrar presupuestos y con el fin de poder seguir ofreciendo los servicios que requiere la localidad.