Miembros de la plataforma Salvem la Vall, han trasladado al ejecutivo de Llíber su preocupación por los efectos adversos para las poblaciones y residentes de la Vall de Pop, que implica el desarrollo de un PAI, aprobado por el ayuntamiento de esta localidad, con el que se construirán 488 viviendas en la Muntanya Llarga.
Los vecinos y vecinas que conforman este colectivo piden que se paralice cualquier intervención urbanística en este emplazamiento hasta que no se resuelvan todos los condicionantes y el proyecto cuente con toda la documentación exigida, como un informe favorable de la Confederación Hidrográfica del Júcar asegurando los suficientes recursos hídricos, un informe favorable que asegure que la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) puede asumir el incremento del volumen del agua residual en tratar, o el informe favorable de impacto ambiental, entre otros.
La plataforma tiende su mano al consistorio de Llíber en general y al alcalde de la localidad en particular, con el fin de aunar fuerzas y trabajar en equipo para que el macro PAI no se ejecute. Atendiendo a las múltiples deficiencias detectadas y los efectos futuros de este PAI para los habitantes del valle.
Desde Salvem la Vall se muestran dispuestos a llevar a cabo todas las acciones necesarias para paralizar este macroproyecto y defender el crecimiento sostenible dentro de este territorio. Dialogantes pero firmes, como indica la portavoz de este colectivo vecinal, Antaryami Alcántara.
Desde la plataforma muestran su preocupación y lamentan también la pasividad del gobierno del Lliber frente unas obras que se han iniciado por parte de la empresa, sin autorización, para la preparación de los terrenos de cara al inicio del desarrollo del PAI.