El recibo del agua en Calp va a experimentar un incremento. En el pleno celebrado esta semana en el ayuntamiento calpino, se ha dado luz verde, con los únicos votos favorables del equipo de gobierno, – el PSOE y Defendamos Calpe votaron en contra y Compromís se abstuvo-, a la modificación de la Ordenanza Reguladora de la Prestación Patrimonial de Carácter Público no Tributaria relativa a la prestación del servicio de suministro de agua potable y alcantarillado, con el fin de reflejar el incremento de un 8 por ciento en la tarifa del agua, acordada ya en el pleno del pasado mes de noviembre.
Este incremento de la tarifa del agua se produce, según explican desde el ejecutivo, para hacer frente a los costes de producción que ascienden a más de 700.000 € al año y tendrá una repercusión en el recibo medio del agua de un incremento de 1’21 € al mes. Así lo explicó Juan Manuel del Pino, concejal del Ciclo Integral del Agua y consejero de la empresa mixta Aguas de Calpe.
Este acuerdo será expuesto al público durante treinta días en el tablón de anuncios del Ayuntamiento y en la web municipal para que la ciudadanía pueda realizar las aportaciones y reclamaciones que considere oportunas.
Sin el apoyo de la Oposición
Una iniciativa que no contó con el respaldo de los grupos de la oposición. Desde Defendamos Calpe, Paco Quiles, apuntó que no se han incluido todos los ingresos y gastos de la empresa mixta Aguas de Calpe en el informe, y señaló que se podrían haber adoptado otra serie de medidas como revisar el precio que paga Aguas de Calpe por el asesoramiento que recibe de una empresa externa y que asciende a medio millón de euros anuales.
Por su parte, el portavoz de Compromís, Ximo Perles, manifestó que los valencianistas entienden la decisión ya que el agua potable de Calp procede de la Vall de Laguar y para poder llevarla hasta el municipio se precisan de unas bombas que utilizan energía eléctrica, pero justificó su abstención entendiendo que no es una medida justa.
Y desde el PSOE, Santos Pastor, destacó actualmente las cosas no están para subir tarifas, y viendo que los resultados de la empresa no son malos, los socialistas consideraban que repercutir estos costes a los vecinos no era lo más adecuado.