En torno a 3.000 personas se dieron cita ayer domingo en Lliber para participar en la multitudinaria movilización en defensa del territorio, la protección del paisaje y de los recursos hídricos, convocada por la Plataforma Salvem la Vall y apoyada por más de 70 entidades y colectivos ecologistas, cívicos, culturales o sindicales. Una muestra firme de rechazo a la construcción de las 488 viviendas que conforman el PAI Medina de Lliber, cuyas obras preliminares ya han arrancado en la conocida como Muntanya Llarga.
Vecinos de las poblaciones que conforman el Valle y de otros puntos de la comarca, incluso del resto del territorio valenciano se han sumado a esta movilización con la que exigir la paralización de este PAI y evitar las graves consecuencias medioambientales, paisajísticas y socioeconómicas que su ejecución conllevarán.
Entre pancartas en las que se podía leer “Sense aigua no hi ha vida, sense paisatge no hi ha identitat”; “Per la dignitat i el territori”; “Salvem les nostres muntanyes”; “Defensem els nostres pobles de la destrucción” o “No als macro PAIs”, los manifestantes recorrieron las calles de la pequeña población de Lliber. Una movilización que también ha contado con la participación de la Muxeranga de Segària y la Batukada Ondaratak, así como dolçainers de diferentes pueblos de la Marina Alta y la cantante de albaes Belén Ivars.
Llegados a la Plaza Mayor, se leyó un manifiesto, con el que exponer las irregularidades detectadas en el proyecto, así como la pérdida de biodiversidad, alteración de los ciclos hídricos, pérdida del patrimonio cultural, contaminación, el deterioro del suelo y el riesgo de incendios que comporta la construcción del macro-PAI. Poetas de la comarca pusieron voz al texto: Joan Femenía, Carles Mulet, Bernia Vives y Julia Vela.
Entre los participantes representantes políticos de Coalició Compromís de toda la comarca, y también representantes autonómicos como los Diputados en les Corts, Joan Baldoví, portavoz de la Coalición, Gerard Fullana, Maria Josep Calabuig y Paula Espinosa. Baldoví calificó este PAI de “auténtico disparate”, una actuación únicamente centrada en los beneficios de los constructores y que no piensa en las personas, indicó el líder valencianista. Un proyecto que se quiere llevar adelante, recordó Baldoví, con una autorización que se remonta a más de 20 años, sin respetar los requerimientos medioambientales e hídricos. Baldoví hizo referencia a que se está a la espera de que la Comisión Europea se pronuncia sobre las irregularidades detectadas en este PAI.
