Calp aprobó la tarde de ayer martes, en pleno y por unanimidad, el proyecto básico y de ejecución del nuevo CEE Gargasindi por un montante de casi 7,5 millones de euros. Un centro educativo pendiente de construcción, que desde que se desalojó el viejo colegio en junio de 2020, mantiene a su alumnado y personal docente en las instalaciones del antiguo IES Josep Iborra de Benissa. Un esperado proyecto que hasta llegar al pleno de ayer ha sufrido un complicado camino y una burocracia farragosa como recordó la alcaldesa, Ana Sala, en su intervención plenaria. La munícipe también pidió la ayuda del PP local para que agilice en Valencia, donde gobiernan los populares, el proceso para conseguir que este proyecto se convierta en el colegio que todos esperan lo antes posible.
La ejecución de estas esperadas instalaciones educativas estará financiada a través del Pla Edificant de la Generalitat. Una actuación que todos los grupos calificaron de necesaria y que debe ser una realidad lo más pronto posible.
Desde el ejecutivo local se agradeció el trabajo de los técnicos y lamentaron las dificultades que han hecho dilatar todo el proceso hasta llegar a tener el proyecto, sin arriesgarse a dar una fecha para la esperada apertura del centro educativo.
Así se pronunciaba Ana Sala, alcaldesa de Calp.
Características del nuevo Gargasindi
De acuerdo con el proyecto aprobado, el nuevo centro, con capacidad para cien usuarios, dispondrá de 12 aulas generales y diferentes espacios docentes específicos como aulas de logopedia, aulas-taller, salas de psicomotricidad y música, de rehabilitación física, y de estimulación multisensorial, entre otras. Tendrá 3.495 metros cuadrados de construcción y su diseño se ha adaptado a las características y necesidades del alumnado de un colegio de educación especial. En este sentido, prevé que todo el espacio destinado a labores educativas se desarrolle en planta baja y que sea totalmente accesible.
Se estima que el proyecto, una vez licitado, pueda ser una realidad en un plazo de 15 meses.